El Gobierno hizo llegar una queja formal a México por no invitar al Rey Felipe VI a la toma de posesión de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, el mismo martes antes de hacer público su comunicado anunciando la decisión de no enviar representación al evento por esta “exclusión inaceptable”.
Según ha adelantado este viernes el diario español ‘El País’ y han confirmado posteriormente fuentes diplomáticas a Europa Press, el embajador mexicano en Madrid, Quirino Ordaz, fue convocado al Ministerio de Asuntos Exteriores para hacerle llegar una queja formal por esta cuestión.
Asimismo, el embajador de España en México, Juan Duarte, acudió personalmente a la Cancillería mexicana para hacer entrega de una nota verbal, como se denomina en la jerga diplomática al documento por el que un país comunica a otro su postura respecto a alguna cuestión.
En dicha nota verbal el Gobierno hacía hincapié en que como jefe de Estado, el Rey es quien “asume la más alta representación del Estado español en las relaciones internacionales” y recordaba que este había asistido a todas las tomas de posesión de mandatarios mexicanos, incluido el actual, André Manuel López Obrador.
En este sentido, tras defender la necesidad de que España estuviera representada al más alto nivel para la ocasión dadas las profundas relaciones entre los dos países y una vez “agotados todos los cauces para transmitir respetuosamente” que debía ser el Rey quien estuviera el 1 de octubre, el Gobierno notificaba que “no habrá ninguna representación” por parte española.