En medio de una volatilidad financiera, causada principalmente por la política comercial de Estados Unidos, México es uno de los países de la región de Latinoamérica con las peores estimaciones sobre el avance de su economía para este año y el siguiente.
“Estamos en un escenario complicado, es un cierre de año complejo”, dijo Félix Boni, director de análisis económico de HR Ratings en entrevista con El Sol de México. Este escenario parte de los bajos niveles de inversión y la expectativa de que la inflación general podría repuntar durante los próximos meses, mientras el índice subyacente sigue por arriba de las expectativas del mercado.
De acuerdo con los reportes más recientes, Cepal, OCDE y FMI coinciden en que México crecerá por debajo de economías como Brasil, Colombia o incluso Perú durante los próximos años.
La Cepal prevé que el PIB de México avance sólo 0.6 por ciento en este año, mientras que Brasil y Argentina avanzarán 2.5 y 4.3 por ciento respectivamente.
En conjunto, los organismos señalan que la región mantiene un crecimiento moderado, pero con diferencias marcadas: mientras Sudamérica aprovecha precios de materias primas y políticas monetarias más agresivas, México continúa anclado a Estados Unidos, al tiempo que enfrenta una desaceleración interna.
Para Marco Oviedo, economista y estratega para América Latina en XP Investments, México mantiene una posición relativamente sólida en el balance fiscal, aunque a costa de un crecimiento más débil que el de otras naciones de la región.
“La economía mexicana no está creciendo tan rápido como las otras economías de la región. Brasil crece alrededor del dos por ciento, mientras México lo hace cerca de cero”, dijo en entrevista.
Oviedo subrayó que la cercanía de México con Estados Unidos es un factor que lo sigue diferenciando frente a América del Sur. “México sigue siendo un apéndice de Norteamérica, lo que lo diferencia. Aún se le ve como una economía abierta que puede beneficiarse del estado de la economía estadounidense”, dijo.
Desde la perspectiva de Félix Boni, director de análisis económico de HR Ratings, el país enfrenta un escenario más delicado que el promedio regional dada la combinación de bajo crecimiento, presiones inflacionarias potenciales y falta de inversión productiva mantienen a la economía mexicana en una zona vulnerable.
A esto se suma una política monetaria que, aunque restrictiva, no ha logrado detonar un mayor dinamismo económico.
Boni explicó que parte de la debilidad económica responde a las medidas fiscales aplicadas por el gobierno para contener el crecimiento de la deuda, lo cual ha reducido de manera significativa la inversión pública.